JEFFREY LIONEL DAHMER : “EL CARNICERO DE MILWAUKEE"


El Carnicero de Milwaukee es quizás uno de los asesinos en serie más populares del S.XX. Jeffrey Dahmer fue el responsable de torturar hasta la muerte a 17 hombres. La policía encontró en su casa un macabro santuario repleto de restos humanos y cuerpos mutilados.

Jeffrey Dahmer nació el 21 de mayo de 1960 en Milwaukee. Su infancia estuvo marcada por las constantes peleas que tenían sus padres.

Con el fin de abstraerse de los problemas familiares, el pequeño Jeffrey empezó a disfrutar viendo sufrir a los animales que cazaba en el bosque. Los mataba, coleccionaba sus huesos y en algunos casos los guardaba en formol.

En secundaria empezó a trabajar en el periódico escolar y a jugar al tenis en un intento por integrarse, sin embargo, sus compañeros lo seguían viendo como un bicho raro y extravagante.

A los dieciséis años solía ir borracho y colocado de marihuana a clase. Cuando llegaba a casa después de un duro día de clases solía masturbarse compulsivamente con revistas de contenido gay o viendo las entrañas de los animales que previamente había matado.

Una vez finalizados los estudios su padre lo convenció para que ingresara en la universidad de Ohio State, pero debido a sus problemas de alcoholismo la abandonó en el primer semestre.

En 1979 su padre, en un desesperado intento para que abandonara el alcohol, lo alistó en el ejército. Una vez superadas las pruebas es enviado a Alemania dónde permanece un tiempo hasta que fue dado de baja por sus problemas con la bebida. Durante su época de militar fue víctima de las constantes burlas de sus compañeros de pelotón.

Al finalizar ésta se mudó a Florida, pero al poco tiempo volvió a Milwaukee dónde empezó la leyenda…

El modus operandi de este brutal asesino responde al típico perfil psicológico de un hombre carente de creencias y valores para vivir en sociedad. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, ocupaciones… Nunca llegó a socializarse y su cavernoso interior se fue degradando hasta llegar a límites irracionales.

Su táctica seguía unos parámetros muy claros. Fijaba una víctima, la invitaba a tomar algo a su casa y le ponía algún tipo de droga en la bebida. Una vez aturdido, lo estrangulaba, violaba y se masturbaba encima del cuerpo muerto de la víctima.

Una vez completado el proceso tomaba unas instantáneas de la escena y procedía al desmembramiento de la víctima. Normalmente solía utilizar ácidos para deshacer la carne del cuerpo y se quedaba con la cabeza y los genitales de recuerdo. Finalmente se comía las partes sobrantes del cuerpo ya que tenía la creencia que así la victima pasaba a formar parte de él.


En junio de 1978, cuando solo tenía 18 años encontró a un autostopista y lo recogió para saciar su mayor fantasía erótica, acostarse con él. Una vez en casa no pudo soportar que el chico no fuera homosexual y lo golpeó en la cabeza hasta matarle. Tras este asesinato se sintió culpable y empezó a acudir a la iglesia y dejó el alcohol.

Tras diez años viviendo en estado de celibato volvió a recaer y en 1986 fue detenido por exhibicionismo (poco antes había intentado desenterrar un cadáver para practicar sexo con él).

En 1987 conoció a Steven Toumi en un bar gay. Evidentemente el chico apareció muerto y desmembrado en el sótano de la casa de su abuela.

En 1989 conoció a Anthony Sears en un bar, le ofreció dinero para sacarle unas fotografías en casa de su abuela, dónde lo estranguló, lo mató y posteriormente tuvo sexo con su cadáver.

Después de cumplir una breve condena por abuso salió de prisión y mató 12 personas más hasta julio de 1991.

En mayo de 1991 se llevó a su apartamento al hermano del joven por el que fue procesado por abuso. Allí le drogó con la intención de realizarle unas trepanaciones en el cráneo para inyectarle ácido en el cerebro en un intento por crear una especie de "zombie".

El joven consiguió escapar como pudo y alertó a la policía. Dahmer le dijo a la policía que era el chico su amante y que estaba totalmente borracho. La policía lo creyó y el chico apareció muerto al día siguiente con un agujero de taladro en la cabeza.


El 22 de julio de 1991, Tracey Edwards, su última víctima consiguió escapar esposado. La policía lo vio y esta vez se dispusieron a investigar.

Al entrar en el apartamento descubrieron un macabro santuario relleno de fotos de cadáveres, de restos humanos con las paredes manchadas en sangre, cuerpos mutilados, siete cráneos y una cabeza en el congelador.







A mediados de febrero del 92 fue condenado a 957 años de prisión en el Instituto Correccional de Columbia dónde no tenía ningún contacto con los presos. Más adelante pidió tener más en contacto y fue enviado a realizar tareas de limpieza con varios reclusos. Jeffrey Dhamer apareció sospechosamente muerto…

Tras la noticia sus padres se pelearon por la posesión de su cerebro. La madre deseaba cederlo a un hospital de investigación mental y su padre deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria.

También los parientes de las víctimas trataron de hacer su negocio con los utensilios utilizados por Jeffrey para trocear y desangrar.

Su nevera se subastó públicamente al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros. Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con la intención de montar un museo pero al final no se atrevieron a llevar a cabo la propuesta y destruyeron el macabro legado del caníbal.

1 comentario: